Les compartimos hoy una
realización de la hermana Cristina y de la comunidad de Hijas de la Sabiduría
de Cumandá en favor de mujeres que, por vivir en medio rural, no tienen acceso
a servicios de salud. El proyecto se lleva adelante en Cumandá en la provincia
de Chimborazo, a 3 horas de
la ciudad de Riobamba.
Cumandá cuenta con un
centro de atención del Ministerio de Salud Pública del Estado, que brinda
atención primaria 8 horas diarias. Esta atención no es suficiente para toda la
población del cantón, incluidos sus 28 recintos. Muchos de ellos se encuentran
distantes de Cumandá, entre 3 a 4 horas, con poco acceso al transporte; con
población de escasos recursos económicos y sin atenciones básicas, entre otros
campos, en salud y educación.Viendo estas
necesidades, fieles a nuestro carisma de Hijas de la Sabiduría, llamadas a ir
hacia a las personas más necesitadas allí donde otros no llegan con facilidad, tratamos de responder a esta precariedad en el campo de la salud especialmente de las
mujeres que son una de las poblaciones vulnerables, tanto en la sociedad como
en sus propios hogares, donde sufren violencia sexual, física y
psicológica.
Con el apoyo de las demás hermanas que colaboran a distintos niveles y con
la ayuda de una ONG canadiense que financia el proyecto, hemos puesto en marcha
una iniciativa cuya finalidad principal es preventiva, sobre todo del cáncer. Trabajando
en equipo nos desplazamos a los recintos para ofrecer charlas de higiene
y salud, (explicación clara de lo que es el cáncer, como prevenirlo y
detectarlo con rapidez, y cómo afecta a la salud de la persona que lo padece y
a la familia) y para proponer exámenes de detección del cáncer de cérvix, ITS
(Infecciones de Transmisión Sexual) e infecciones vaginales. Esta labor se ve
facilitada por el trabajo que vengo realizando en un Dispensario Médico como
Obstetra en la ciudad vecina llamada Bucay.
Últimamente, con el apoyo de otra
hermana, hemos podido también sensibilizar a la población acerca del problema
de la violencia intra-familiar, que sufren muchas familias y de las
alternativas existentes. Con nuestra acción, tratamos de mantener tres ejes
para mejorar la salud de las mujeres: Prevención, detección y tratamiento (de
acuerdo al diagnóstico realizado se apoya a la paciente con medicación y si lo
requiere con derivación para una atención hospitalario).
En este año, proyectamos atender a unas 200 mujeres entre los 18 y los 65 años.
De esta manera llegamos
a los recintos más alejados del Cantón Cumandá, respondiendo “Donde la
vida clama”, “Ensanchando el espacio de nuestra tienda" (Is 54,2) como nos invita a hacer el último Capítulo de nuestra Congregación.Lo que nos alienta y da
fortaleza es el agradecimiento de estas mujeres a Dios (Sabiduría que
buscamos encarnar) y a las que vamos en nombre de Él, ya que se sienten
acompañadas, sienten que alguien se interesa por ayudarles a cuidar su salud y
llevarles la Palabra de Dios como fuente que genera vida.
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