Este sábado 22 de julio de
2013 nos han acompañado para celebrar la bendición de nuestra nueva casa algunas
de nuestras hermanas de Cumandá, los amigos de la comunidad de Quito (sobre
todo personas de la parroquia), y nuestro párroco que presidía la eucaristía.
Ha sido un día de gran alegría
para todas nosotras. Además de varios meses de construcción propiamente dicha, se
cierran así varios años de proyectar, de buscar fondos y de gestiones administrativas para lograr los permisos necesarios.
Hemos visto culminados muchos
esfuerzos desde que decidimos juntas la necesidad de agrandar nuestra casa. Esta
ampliación nos permitirá, entre otras cosas, atender mejor a los niños del
proyecto “Para que todos tengan vida” y tener una capilla para acoger a los
Amigos de la Sabiduría y a las personas que quieran venir a rezar con nosotras.
Todo ha ido muy bien y
este sábado hemos dado gracias y hemos confiado a Dios el futuro de lo que se
vivirá en la casa. Para ello hemos contado con la
participación activa y entusiasmada de cada uno/a de los presentes.
Los niños del proyecto, que son
los que más la van a disfrutar, habían dibujado previamente la "casa de la Sabiduría".
En el momento del ofertorio todos, adultos y niños hemos compartido nuestros
sueños, deseos y compromisos para que entre todos hagamos que esta casa sea
verdaderamente de la Sabiduría. Esperamos y queremos que sea una casa de
fraternidad, de oración, abierta, en la que todos los que vengan, niños, jóvenes
y adultos, puedan sentirse bien acogidos y aportar su contribución.
Después de la eucaristía
continuamos la fiesta con un compartir sencillo de algunas de las
especialidades culinarias de cada unos de los países de dónde venimos las
hermanas, juegos, danzas y hasta una piñata que causó entusiasmo entre los
niños presentes. ¡Gracias a todos los que han hecho posible la construcción y
la fiesta!